Son unos insectos sociales pertenecientes a la familia Formícidos. Su nombre científico es Formicidae, se estima que hay cerca de 12.000 especies diferentes de hormigas y constituyen cerca del 10% de la biomasa animal del mundo. Son insectos antiquísimos: se ha comprobado científicamente que ya existían hace más de 100 millones de años.
Características
Las hormigas se caracterizan por sus antenas y por un exoesqueleto que cubre y protege sus cuerpos. No poseen pulmones y respiran a través de espiráculos ubicados en sus costados. Cuentan con seis patas que nacen de su tórax. Para poder trepar o escalar fácilmente en cualquier superficie, en la punta de cada una de ellas cuenta con un pequeño gancho o garra. Su cerebro está evidentemente muy desarrollado, esto explica su extraordinaria habilidad para resolver problemas de construcción y para organizar su vida. Las mandíbulas de las hormigas son un instrumento formidable dentro de su anatomía. Las utilizan casi para todo: desmenuzar el alimento, transportar materiales, edificar, defenderse y luchar con otras hormigas. Estos insectos son animales extremadamente fuertes. Una de las curiosidades de las hormigas más interesante es que, con la ayuda de las mandíbulas pueden llegar a levantar hasta 50 veces su propio peso. Tienen ojos compuestos. Es decir, están formados por multitud de minúsculas lentes unidas. En general, exceptuando alguna especie, no tienen una visión especialmente buena, pero lo suplen con otros órganos. Un órgano muy típico de la taxonomía de las hormigas son las antenas. De ellas se sirven para comunicarse entre sí, conocer el sabor de los alimentos y reconocer los objetos. Una hormiga no puede prescindir de sus antenas; si por cualquier causa las pierde, muere pronto. Algunas clases de hormiga cuentan en la parte posterior con un aguijón que es capaz de utilizar para defenderse o atacar.
Hábitat
Las hormigas viven en lo que denominamos hormigueros, lugares en las profundidades de las tierras que han ido cavando y preparando, o en los troncos de los árboles. En un hormiguero pueden llegar a vivir hasta más de 1 millón de hormigas, y cada una tiene su función. Estos hormigueros pueden estar hechos de pequeñas ramas, arena o grava. Por lo general, viven en sitios escondidos y oscuros. Indistintamente en el campo, el desierto, la selva y en zonas urbanas o industriales. Es habitual que cuando el clima es muy húmedo o frío, entren en las casas o edificios para estar más protegidas. Pero si el clima es caluroso, prefieren construir su hormiguero en el exterior.
Alimentación
Estos insectos tienen, posiblemente, la dieta más variada de todo el reino animal. Las hormigas comen prácticamente de todo. Desde hojas, carne de animales muertos, insectos e incluso los hongos que puedan crecer dentro de sus propios hormigueros. Aunque algunas sólo se alimentan de algunas plantas en específico o de la secreción azucarada que producen los pulgones. La alimentación de las hormigas depende de la especie o tipo. No todas se alimentan de lo mismo en un entorno silvestre.
Reproducción
En cada comunidad existen una o varias reinas, las cuales son las encargadas de la reproducción de los huevos. Se encargan de fecundarlos y, de ser necesario, fertilizarlos. Si los fertilizan nacerá una hembra y si no los fertilizan nacerá un macho. Los machos y las hembras jóvenes de un mismo hormiguero, llega un día en que parten en vuelo y se acoplan. Los machos mueren inmediatamente y las hembras buscan un nuevo refugio. Allí, tras poner los huevos y perder para siempre las alas, fundan una nueva colonia. Y de esta forma el ciclo comienza de nuevo.
Comportamiento
Las hormigas se comunican entre ellas por medio de feromonas. Como otros insectos, las hormigas perciben olores con sus largas y delgadas antenas móviles, que ofrecen además información sobre la dirección y la intensidad de los olores. Dado que la mayoría viven en tierra, usan la superficie del suelo para dejar rastros de feromonas que las otras hormigas pueden seguir. En las especies que recolectan en grupos, un recolector que encuentra alimento deja un rastro cuando vuelve al hormiguero; las demás siguen este rastro, y después lo refuerzan cuando vuelven a la colonia con alimentos. Cuando se agota la fuente de alimento ya no van dejando el rastro, y las feromonas se disipan lentamente. Este comportamiento les ayuda a adaptarse a los cambios en su ambiente. Otra de las formas que tienen para comunicarse es rozándose las antenas, de esta manera pueden saber, según la forma en la que se tocan, si lo que quieren transmitir es un peligro, o alguna presa que pueden atacar.
Las Hormigas y los Humanos
Las hormigas traen tanto beneficios como problemas a las actividades que realiza el hombre. Los formícidos son utilizados como alimento, como soluciones curativas para cerrar heridas, como controladores de plagas y como recolectoras de frutos necesarios para la vida humana. Por otro lado, algunas especies llegan a tener picaduras dolorosas y venenosas que no llegan a matar a una persona pero sí a que tenga que recurrir a la atención médica. De igual forma, representan un problema para el desarrollo de las actividades agrícolas, y en la vida doméstica suelen atacar casi todo alimento que no se cierre herméticamente y destruir el cableado interno de los hogares.